jueves, 12 de marzo de 2009

Más violencia que mentir




La inseguridad es tema de todos los medios y no podíamos no dar nuestra visión acerca de los hechos y cómo los grandes medios hacen un espectáculo de la noticia. Susana Giménez pide la pena de muerte por televisión. Para nosotros es un tema más complejo que tiene que ver con el país que heredamos.

La primera vez que me interesó el tema de la inseguridad fue durante el año 2004, gracias al noticiero de Telefé. Más que interés fue un llamado de atención: me sorprendía ver que después de las noticias “policiales” pasaban la publicidad de “Puertas Pentágono”. Sí, la de los 24 minipagos fijos, sí, los que toman tu puerta como parte de pago. ¿Sigue existiendo esa propaganda? Era una familia (no reales, eran dibujitos tipo historieta) a la que le quieren entrar a robar, pero como tiene una Pentágono, los malhechores nunca lo logran. Cuadro seguido, un policía (¿investigando un delito que no fue?) les dice que zafaron gracias a la puerta. Cuadro final, familia feliz y segura. “Si los ama, protéjalos”.
La publicidad actual ya no es una historieta. Un señor, de carne y hueso, de aspecto humilde y piel bronceada que se acerca corriendo en cámara lenta hasta que choca contra ella. Del otro lado de la puerta, familia feliz y segura. “Más duras que la realidad. La puerta más segura del mundo, ahora es más segura.”
Me pregunté cuánta gente estaría lo suficientemente asustada como para necesitar una puerta infranqueable y pasar los próximos dos años de su vida minipagando la puerta, en vez de, por ejemplo, ahorrar para irse de vacaciones, comprar una estatua de mármol para el baño u otra necesidad, o dársela a los pobres. Pero no, y mucho menos a los pobres, que son los que quieren entrar a robarte y te obligan a poner una puerta “Pentágono”. (Fijate que Pentágono es usado como sinónimo de seguridad, por el Pentágono que los yanquis se auto-agujerearon el mismo día que se auto-hicieron destruir las torres gemelas).
No digo que la inseguridad no exista. Digo que la idea que tenemos de la inseguridad es la idea que sostienen los medios y la parte más conservadora de la sociedad, de los conservadores ricos y de los pobres también. El problema es que los más humildes son también los que recibirán el peso de la ley, porque eso piden los macris y los sciolis, criminalizar la pobreza. Y ahora, cada vez más la adolescencia.
La inseguridad no se combate bajando la edad de imputabilidad, es una medida que no hace más que agravar la desprotección que sufren los chicos.

¿Y entonces?

Entonces veo la imprescindible sección “Moda” de la Revista Viva, y una rubia me dice que está luciendo un short de lino de Clara Ibarguren de $210, un saquito Vitamina a lunares, de $828 y una vincha Lacoste de $109 (sí, una vincha blanca de toalla, $109). En otra página tiene una pollerita linda, pero totalmente básica, marca Kenzo y precio redondo: $2000. Y me enojo: comprarse esa pollera o esa vincha me parece 50 veces más inmoral que robar. Sabé que si esa inseguridad existe es porque tu capitalismo tan amado colapsó, y que si no distribuís un poco todo va a ir mal. Violencia es lo tuyo. Más violencia que mentir, incluso.



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